Supongo que en alguna ocasión, ya fuera en un documental, serie o en una película chunga de sábado por la tarde, por vuestro televisor habrá pasado alguno de esos momentos en los que circulan a velocidades extremas unos locos del volante intentando batir records de velocidad.
Siempre me fijaba en lo inmaculado del paisaje. Apenas nubes, todo casi «blanco», impoluto, en contraste con las estridentes y chillonas carrocerías de los cohetes con ruedas. Me gusta mucho ese equilibrio.
Por ello me fijé en el trabajo de Simon Davidson, fotógrafo profesional, cuando lo ví en Visuelle.co.uk [en] y me lo he querido traer para compartirlo con vosotros. Me lo he pasado pipa con sus sets Burnouts, Speedweek o Bonneville 🙂