No sé cómo me las he arreglado para llenar de pequeños monstruítos mi bandeja de correo. Porque hasta tres proyectos diferentes han coincidido en el tiempo en los que los claros protagonistas son estas criaturas que habitan ese espacio existente más allá de la realidad. Y curiosamente en los tres proyectos comparten escenario con un público objetivo similar. Los niños.
Khandu es un proyecto en forma de juego de cartas educativo para niños, basado en la metodología del Design Thinking. La señorita Alexandra, lectora de este rinconcito y jefa maestra de Seventhinkers, me puso sobre la pista de este proyecto en el que han estado trabajando y con el que pretenden enseñar a los niños a resolver problemas de forma creativa, trabajando en equipo y desarrollando todo tipo de capacidades de una forma divertida que realmente les motive.
Llevan unos días con la campaña en Kickstarter de Khandu para terminar de materializar la idea y creo que lo van a conseguir sin duda! Genial! Os pongo un vídeo explicativo antes de que paséis por el enlace de rigor.
Seguimos con monstruítos y pequeños hombrecitos, mujercitas y diminutivos en general. Porque un argentino afincado en Málaga como es Facundo Samman pensó un buen día que podía ayudar a los niños a perder el miedo a la oscuridad. Me hubiese venido de perlas hace unos 30 años cuando calculo que era yo el que lloriqueaba si no me dejaban alguna luz encendida.
Imaginary Monsters es el nombre con el que terminó concibiendo el proyecto, una app para dispositivos iPhone y iPad destinada a los renacuajos de la casa que no tengan muchas ganas de pasearse por lugares oscuros. En la web oficial tienen todos los detalles de esta aplicación donde… no todo es lo que parece 🙂
Al primero que deje un comentario interesándose por la app, le regalo un código para poder descargarla si luego nos pone una foto de su retoño en pleno uso 🙂
Como broche final de este monstruoso post, The Monster Project es otro proyecto con alma de crowdfunding donde se busca potenciar la creatividad de los pequeños, mostrándoles cómo sus personajes más asustantes pueden llegar a asustar aún más a través del buen hacer de ilustradores profesionales. Hay algunas reinterpretaciones buenísimas.
Si no me equivoco el concepto no es nada nuevo. Aún recuerdo The Monster Engine en el que todo empezó con Dave DeVries «dándole una vuelta» a los bocetos de su sobrina. En cualquier caso espero que la campaña en Kickstarter también llegue a buen puerto. Nunca falta espacio para una ración extra de monstruos!