A veces pasa que la vista te hace ver cosas que en realidad no lo son. O quizá sea cosa del bolsillo que se ahoga con tanta monedita y te pide a gritos que hagas un desembolso en lo primero que veas. Incluso hay casos en que vista y bolsillo se conjugan y hacen de las suyas en mi contra. El caso es que el sábado salí del Fnac (annie, lo mío es un problema serio :P) con un libro bajo el brazo por una simple razón: la portada me recordaba muchísimo al estilo de la de El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre. El autor no es el mismo, la portada lo dejaba claro pero a pesar de esa diferencia el interior hacía gala de un estilo de dibujo también desenfadado, similar al del genial Sáez que fue uno de los puntos que me atrajo cuando compré este primero.
Iba a enrrollarme contandoos un poquito de qué iba pero me he encontrado un muy buen pequeño análisis que lo deja todo bien clarito. Sólo añadiré que el tiempo de vida estimado de lectura ronda los 30 minutos. A ver si alguien se anima a comprarlo también.
Precisamente el otro dia lo compramos para el cumpleaños de una amiga… espero que me lo preste, que pintaba muy bien!
saludos!