Recuerdo que cuando pululaba por DeviantArt, de los primeros ilustradores que captaron mi atención, hubo uno que lo hizo especialmente tanto por su calidad como por la edad (era de mi quinta). Se trataba de arcipello, al que su padre y su madre lo conocerán mejor como Daniel Conway.
Este chaval dominaba ya el Painter de una manera impresionante. Creo que fue de hecho uno de los culpables que empezase a comprarme libros de Ballistic para poder guardarme más material de tamaña calidad.
El tiempo ha pasado y mientras a unos se nos va cayendo el pelo, otros siguen siendo igual de buenos que antes. Perdón. Quería decir, mejores.
Un auténtico «joderquebuenoes», sin duda. Y es que no solo hay buena cosecha en el 66…
Carpe Diem