Por si en su momento no estabas por aquí y te perdiste la primera parte, haré una pequeña síntesis:
Hay que tener mucho cuidado cuando señalamos con el dedo
Veamos: todos estamos de acuerdo en que hemos conseguido tumbar algún caso flagrante de parecido razonable que cantaba demasiado. Pero no todo es lo que parece. Y con esto quiero referirme a que últimamente casi todos los correos sobre parecidos que me llegan, o son plantillas o son parecidos casuales que no van más allá. Es como disparar sin preguntar antes. Tengamos cuidado señorías. Os comento un poco el método que pongo en marcha cuando aparece un caso de parecido:
Los casos que me huelen a plantilla o en los que dudo realmente, estoy empleando el método de subirlo a la página de Facebook (un ejemplo) para que allí lo podamos comentar entre todos.
Los casos en los que el parecido es casual ya sea en forma o función, los discuto primero por correo y luego si quien me lo envía lo sigue solicitando, lo cuelgo en la página de Facebook. Intento evitar problemas de esta manera.
Los casos flagrantes los pongo directamente aquí. En algún caso me he puesto en contacto de manera previa con los implicados.
Los casos en los que me pasan un parecido y en uno de los implicados se ve fácilmente «compra esta plantilla» (es una exageración pero los hay) pues ni respondo. Leñe, paremos un segundo al menos a mirar.
Todo esto lo cuento porque también detecto muchos parecidos que se me envían con personas que prefieren mantener el anonimato. Y eso me hace plantearme la duda de si es alguien cercano al vínculo en el que se da el parecido.
Resumiendo, que seamos cautos. No por este rinconcito, si no por nuestra profesionalidad. Amén.
aaaaaamen
sabias palabras, si señor